Diferentes son las razones que impulsan a los pequeños y grandes inversionistas a destinar su capital a un determinado modelo de negocios, pero todo se traduce a la obtención de una mejor calidad de vida, de mejores oportunidades en el futuro y sobre todo de seguridad a largo plazo.
Las inversiones inmobiliarias se han posicionado, debido a que se trata de un sistema que a pesar de tener riesgos –como cualquier otra inversión-, estos pueden minimizarse y hasta evitarse al contar con una asesoría de calidad de forma integral que no solamente sea basada en buscar propiedades de inversión con la mejor rentabilidad dentro de una amplia oferta inmobiliaria, sino de la respectiva gestión y planificación de costo financiero en créditos hipotecarios y la respectiva administración de estos activos con el mínimo riesgo de no pago. Todo lo anterior regido por experiencia en este sector y principios éticos que siempre pongan al cliente en el primer lugar.
Partiendo de esto, invertir en departamentos permite que quienes entran en este mercado logren aumentar de forma paulatina su patrimonio, situación que mejora su estatus económico y por ende le permite obtener una mejor calidad de vida.
Además, es necesario tener presente que los bienes raíces al ser un bien finito se encuentran sujetos a interesantes plusvalías a lo largo del tiempo, por lo que el patrimonio que vas acumulando durante los años, sigue creciendo; es decir, partiendo del supuesto de que una persona invierte en dos departamentos, luego de unos años, sigue teniendo los mismos dos inmuebles, pero que ahora valen mucho más.
Por otro lado, la inversión en departamentos también funciona como una jubilación anticipada. ¿De qué se trata esto? Al invertir en propiedades rentables y en un plazo de no mas de 20 años, es probable que el inversionista empiece a percibir un ingreso mensual correspondiente al arriendo de dicha propiedad mucho antes de que termine su periodo de jubilación señalado por la respectiva AFP. Además, luego de varios años, es este mismo ingreso el que viene a complementar la jubilación, que en la mayoría de los casos no satisface por completo las necesidades de los adultos mayores.
Por último, decidir invertir en departamentos suele traer algunas ventajas que aportan un significativo valor a los inversionistas: tranquilidad familiar, bienestar y hasta algunos lujos, beneficios que van más allá de lo económico porque sentirse seguros y respaldados financieramente ante eventuales escenarios difíciles en el futuro es algo que no tiene valor alguno.
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