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En su libro “Padre Rico Padre Pobre”, Robert Kiyosaki afirma que la libertad financiera se alcanza cuando el inversionista obtiene altos márgenes de ganancia a cambio de muy poco o ningún trabajo. Lo demás no cuenta. Por ejemplo, si eres dueño de un minimercado en el que permaneces doce horas dirigiendo a los empleados, lo que tienes es una labor independiente. Llegar a ese punto de tu economía en el que solo vives de la renta y las ganancias de tus inversiones no es fácil. Pero tampoco imposible. De entre todas las enseñanzas de los que lo han logrado se pueden extraer lecciones comunes.
Toma nota:
Emprende negocios
Una de las mejores frases de Steve Jobs es: “si tú no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos”. Nada más real. Nadie puede alcanzar la añorada libertad financiera si no es capaz de poner en marcha sus propias ideas de negocio y se queda trabajando toda la vida para un tercero.
Edúcate financieramente
El sistema educativo está diseñado para crear trabajadores, no inversionistas capaces de multiplicar su dinero. Y tiene que ser así. Si todos nos formáramos para vivir de los negocios el sistema se iría al suelo porque no habría quien trabajara para mantenerlo. Pero eso no quiere decir que tu no puedas cambiar el paradigma en tu vida personal.
Invierte en el sector inmobiliario
La inversión en bienes raíces puede entenderse como la síntesis de los dos puntos anteriores, como el camino seguro hacia la libertad financiera. De hecho es el que han tomado multimillonarios de talla de Robert Kiyosaky, Warren Buffet e incluso compañías como Mc Donalds, cuyo verdadero negocio son los bienes raíces.
Los bienes raíces se valorizan en el tiempo mientras producen una renta fija siendo muy positivo para lograr la ansiada libertad financiera. Es una de las mejores formas de lograrlo, en tanto que producen plusvalía e ingresos y a la vez son tan seguras que permiten hacer inversiones localizadas que son las que mayores ganancias producen.
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