Invertir en un bien raíz parece ser una idea cada vez más viable debido a los beneficios que ofrece como, por ejemplo, aumentar tu capital, cotizar más para la jubilación y, con respecto al tiempo, no demanda horas extra de trabajo. Sin embargo, pareciera haber un desconocimiento en torno a las inversiones inmobiliarias.
Esta poca comprensión del tema se debe a la falta de educación financiera que tienen las personas, por eso, se entiende que muchos tengan temor al fracaso. El mundo de la economía y negocios tiene una variedad de conceptos que si no se manejan bien te pueden llevar a caer en el error.
Un ejemplo de estos conceptos es la “deuda buena”. Sí, existen deudas que son buenas, por ejemplo, las inversiones en estudios superiores. Estudiar una carrera ahora se convertirá en una fuente de ingresos a largo plazo, por lo que la deuda que se genere a partir de esa inversión no será en vano.
Tener un inmueble propio es otra de las inversiones que se considera una buena deuda, ya que toda la inversión que se hace en un inicio, a futuro se traduce en un aumento en la renta, por lo tanto se genera un retorno sobre la inversión
Si eres una persona que le interesa la inversión inmobiliaria, es probable que ya tengas información sobre el tema, pero en esta oportunidad queremos recordarte aquella información que es imprescindible para tomar una decisión final, 3 consejos que no están de más tener presente.
1.- Educación financiera
Como bien se mencionó, la educación financiera es fundamental para iniciarse en el mundo de las inversiones y disminuir los riesgos. Es importante tener claro los conceptos para no caer en errores. Plusvalía, ingreso pasivo, patrimonio, son algunos de los más usados en inversiones. Te recordamos tener estos y otros conceptos estudiados a la hora de evaluar una posible inversión inmobiliaria.
2.- Capacidad de ahorro y control de deudas
Al tener educación financiera, uno empieza a ser consciente de las propias finanzas y llevar un control más prolijo sobre las deudas. De esa diligencia se desprende el segundo consejo: saber ahorrar. Para ser inversionista es importante tener una capacidad de ahorro de más de 150.000 pesos mensuales. Teniendo una buena planificación financiera aumentas las posibilidades de ser considerado un potencial inversionista por las inmobiliarias.
3.- Etapa laboral activa
Por último, si hablamos de cuánto debiera ser la renta mínima para considerar ser un inversionista, hay que tener en cuenta que los mejores perfiles para esto son aquellas personas que están en una etapa laboral activa y poseen una renta de 1 millón 500 mil pesos líquidos aproximadamente.
Teniendo en consideración estos consejos y el deseo de empezar una inversión inmobiliaria, el siguiente paso es indagar sobre proyectos que están disponibles. Te invitamos a ver los proyectos inmobiliarios que tenemos en Inversión Fácil.
